¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE CUIDAR LAS ENCÍAS?


Una buena salud bucal no solo se basa en tener los dientes limpios. Unas encías sanas son la base de una boca sana.
Si observas que hay sangre en la pasta dental después de cepillarte, puedes tener síntomas tempranos de gingivitis. Si no la tratas, puede generar la enfermedad de las encías y tener incluso implicaciones para la salud más graves. Si se hace a tiempo, la gingivitis es fácil de tratar y evitar con una rutina diaria.

Deberías centrarte en el cuidado de las encías si observas lo siguiente: 
  • Sangrado de las encías
  • Hinchazón o irritación después de pasar el hilo
  • Sangre en la pasta dental después del cepillado
Consejos para tener unas encías saludables
  • Cepillar los dientes tres veces al día.
  • No cepillar los dientes con excesiva fuerza. Pueden dañar nuestras encías. Lo ideal es un cepillado suave con un cepillo de dureza media.
  • Usar cepillos interproximales, hilo dental y colutorio. Es importante para que no se acumule sarro y afecte a nuestras encías.
  • Utilizar la pasta dental y los productos específicos para la placa recomendados por el dentista.
  • Llevar una dieta equilibrada baja en azúcares y grasas saturadas.
  • Masticar es una práctica excelente para cuidar nuestras encías. Los especialistas recomiendan masticar apio o  manzana. Esta última nos ayuda además a eliminar placa. También se recomienda masticar chicle sin azúcar durante 10 minutos.
  • Evitar el consumo de alcohol y tabaco ya que debilita bastante las encías. 
  • Renovar el cepillo de dientes cada unos tres meses, tanto si es manual como eléctrico.
  • Se debe acudir al dentista cada 8-10 meses para que evalúe el estado de nuestras encías y dientes. Además, una limpieza bucal profesional mantiene nuestras encías saludables.

¿Cuándo debemos extremar el cuidado de nuestras encías?
  • En caso de estrés.
  • Si tenemos antecedentes familiares de problemas con las encías.
  • Si tenemos las defensas bajas.
  • Por consumo excesivo de tabaco
  • Si padecemos de enfermedades como diabetes, herpes, transplantes, osteoporosis, VIH o enfermedades cardíacas.
  • Ante cambios hormonales grandes como la menopausia, embarazo, etc.
  • Ante señales de alerta como: enrojecimiento o inflamación de las encías, dientes que crecen, hipersensibilidad al frío, mal aliento, pérdida de dientes.

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